Se ha despedido a lo grande, no había otro marco posible para uno de los mejores centrales del Sevilla FC, con permiso del gran Marcelo Campanal. Javi Navarro, en una sala de prensa abarrotada, acompañado del presidente José María del Nido, dijo adiós a la afición de forma pública. "El Sevilla ha sido mi casa, ha sido mi trabajo, todo en general... La afición, su manera de arroparme por la calle, son cosas difíciles de olvidar. Desde que llegué no he tenido momentos malos, estos ocho años han sido escalones hacia arriba, a mí el Sevilla me lo ha dado todo, yo vine de una situación difícil , de Segunda, de salir de una lesión, y confiaron en mí en un momento donde no estaba muy bien. Monchi y Caparrós en su momento apostaron por mí y me dieron confianza, yo respondí y a partir de entonces el Club ha sido un poco mi familia, el que me ha catapultado a una situación mejor. Tengo que darle gracias al Sevilla en todos los sentidos, nunca podré hablar mal del Sevilla", señaló el valenciano, cuando le preguntaron que ha significado el Sevilla en su vida.

Mucho antes, porque la comparecencia fue bien larga, el todavía capitán del primer equipo, se mostró enormemente agradecido por lo mucho recibido en su trayectoria como nervionense: "Quiero agradecer a mucha gente, al presidente, al club, a la afición, por el apoyo que me han dado desde el minuto cero, por el buen trato recibido desde que llegue, por apoyarme en los momentos buenos y malos, en los que siempre me he sentido muy arropado. Gracias a toda la gente que ha estado trabajando conmigo en los malos momentos, a Sergio, a Santi... En definitiva, un poco agradecer a la afición su buen trato en todo momento, al Club, a los compañeros, no tengo mucho que decir, esto es una despedida después de perder una pequeña pelea con el tema de la rodilla. Mi ilusión hubiera sido poder disfrutar de un partido esta temporada, no ha podido ser, pero me voy muy feliz por el apoyo de la gente y del Club".

A la hora de definirse y confesar cómo le gustaría que le recordara la afición, Javi Navarro escogió el perfil de currante. "Creo que he sido una persona muy discreta, teniendo todos los medios para dar las nota he intentado llevarlo lo mejor posible y trabajar en la parte interna del equipo, por mis compañeros, por la plantilla... Ellos saben que en todo momento he peleado por reivindicar siempre lo mejor de mí, quiero que se me recuerde un poco así, he levantado títulos, como podrían haber hecho Pablo o David, pero que me recuerden como un currante nato, que peleaba no sólo por él sino por el resto de sus compañeros".

En otro orden de cosas, Navarro aceptó el guante que instantes antes le echó el presidente y señaló que, una vez pase un tiempo que le permita desconectar, no le importaría regresar al Sevilla: "Si en su momento la situación se concreta, me gustaría seguir trabajando en el Club, sería un placer, supongo que esto no es un adiós, siono un hasta luego. Nos seguiremos viendo en el futuro, a mí me gustaría desconectar, estar algún tiempo apartado para liberarme de la sensación que es el fútbol, pero sería un placer en el futuro poder trabajar en el Club y compartir lo que hemos compartido hasta ahora de nuevo".

Tratándose de su figura, en ocasiones muy vilipendiada por la Prensa a nivel nacional, era inevitable que se preguntara por las críticas que ha recibido a lo largo de su carrera por su modo de emplearse. El capitán, como siempre ha hecho, minimizó esos comentarios externos y no les dio importancia. "Voy a pasar por encima de todo eso, me voy a quedar con la parte buena, con los amigos que me han quedado, con la gente que me ha ayudado... Nunca he entrado en el tema y no ahora. Sí puedo decir que nunca me ha afectado, porque mi círculo, la ciudad y el entorno donde me desenvuelvo, es sevillista y en los peores momentos ese círculo ha sido como una burbuja donde me he rodeado de gente buena y todo me lo han hecho muy fácil, me han llevado en volandas, hacia delante".

Habló Navarro de buenos recuerdos y en este sentido, más que con un título en sí, se queda con lo que desató la obtención de la primera UEFA. "Ha habido momentos muy buenos, sobre todo después del primer título. La imagen es de cuando vienes en el autobús con la primera UEFA y ves a la gente llograr, por la calle al niño y al abuelo llorando, esa mezcla de gente... Es lo que quizás más se recuerda".

Es difícil encontrar nubarrones en su devenir sevillista, en cualquier caso, pues de hecho él mismo admitió que "desde que llegué todo han sido escalones hacia arriba, ahora estamos en lo más alto, sabemos que mantenerse a este nivel es muy complicado, pero ahí está el equipo. Creo que he vivido una escalera, una rampa para poder llegar arriba y puede ser que yo en esa carrera haya enlazado lo que era ese Sevilla humilde del principio con lo que se está convirtiendo hoy en día".

Los malos momentos

Javi no tuvo reparos en reconocer que en estos dos años de travesía en solitario ha soltado lágrimas. "Ha habido lágrimas, muchas, esta situación ya la viví hace muchos años, pero ésta estaba en una edad un poco complicada y sabía que me podía hacer daño, porque me llegaba en un momento muy dulce, jugando a un gran nivel... Lo he llevado mal, lo que pasa es que por suerte he estado con gente que en todo momento me han ido empujando, gente a la que le debo mucho. Una de las cosas que me molesta de no haber jugado es no poder dedicarles a ellos ese trabajo, no ha podido ser, pero lo he intentado", indicó.

Lo intentó, como dice, e incluso a veces vio la luz al final del túnel, pese a que al final todo se tratara de falsas esperanzas: "Esta lesión es muy traicionera, porque tiene picos que parece que te encuentras muy bien y piensas que en unas semanas te vas a meter en los entrenamientos y de repente recaes otra vez, he tenido dos o tres picos de estos en los que he estado muy ilusionado y luego he vuelto a caer. Ha sido en los últimos meses cuando me he dado cuenta de que por mucho que lo intentara no podía ser".

El capitán indicó que se va "con un sabor amargo, peor a la vez sabiendo que mientras he estado aquí lo he dado todo, lo máximo, mi consciencia se queda muy tranquila en ese aspecto. He peleado por las ideas que tenía, lo he dejado todo en el campo y la forma de terminar fue gloriosa, con la Copa, por ahí mi conciencia está muy relajada y en el futuro estaré feliz porque la sensación de cómo terminé en ningún momento es mala para mí".

Asimismo, negó que supiera cuando jugaba la final de Copa que la lesión que tenía era de tanta gravedad: "Yo no sabía que podía ser una lesión tan complicada, llegaba el verano y vas hacia delante con todo, más si hablas de una final. La lesión la venía arrastrando en los últimos partidos de Liga y pensaba que durante las vacaciones iba a desaparecer el problema, no fue así y nunca pude pensar que fuera a llegar a este punto".

Su visión del equipo

Finalmente, Javi Navarro dio su opinión sobre el papel que está desarrollando el equipo en este campeonato. El valenciano tiene claro que las cosas están saliendo bastante bien y que el trabajo realizado es bastante óptimo: "El mundo del fútbol es muy difícil, muy complicado, siempre queremos ganar y ser los primeros en todo. El aficionado estudia el domingo a domingo, pero la temporada está siendo buena, no podemos recordar todos los títulos anteriores, siempre digo que todos los años hay un buen trabajo y a veces te llegar el caramelo y otros no. El trabajo de este año puede ser igual o mejor al que se hizo cuando llegaron los títulos, creo que hay que valorar la temporada que se está haciendo, tener un poco de tranquilidad, saber un poco de dónde venimos, cómo hemos llegado, el tiempo que estamos aquí y el trabajo que cuesta mantenerse".

Fuente: Web Sevilla F.C.